El verano se acerca peligrosamente y yo tengo que surtir el armario de mis hijos con ropa mona, fresca y si puede ser barata. Ya se sabe que con niños, cada temporada supone ropa nueva y zapatos nuevos.
Para ahorrarme los doscientos viajes de ida y vuelta a las tiendas por compra de tallas erróneas, lo cual me suele pasar con mucha asiduidad, este año he decidido llevarme a los enanos conmigo. De esta manera les probaré las cosas in situ y evitaré cagadas sin solución, como perder el ticket de unos zapatos que en realidad les quedan pequeños o incómodos, o perder el ticket de un bañador en el que me han dejado la cosa de seguridad puesta (ahora si voy a la tienda a que me lo quiten, pensarán que lo he mangado, que pereza!).
Siempre he sido un desastre comprando ropa, pero ya con niños de por medio se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza. Factores a tener en cuenta:
-Los colores de la ropa de ambos han de coincidir, No me gusta que vayan iguales pero sí con las mismas tonalidades.
-Las tallas de ella siempre tiran a la baja porque es muy menudita y las tallas de él al alza, porque es un gordinflón. Esto dificulta la tarea, pues nunca sé a ciencia cierta cuan a la baja o al alza hay que tirar y muchas veces la cago.
-A su vez, el tiempo de calor hay que dividirlo en 5 partes:
1.la primavera, que impone la necesidad de equiparse con chaquetitas y pantalones por si refresca,
2.el verano puro y duro, es la época del destape, cualquier vestidito, bañador o bermuda servirá,
3.el veraneo en Galicia, llega el invierno dentro del verano, puff hay que hacerse con ciertas cosas de invierno para estar provistos. Lo de Marzo ya no les vale así que ahora es el momento de equiparse con impermeables, jerseys gordos y pantalones largos.
4.vuelta al verano, desempolvamos lo utilizado,
5.el otoño, igual que la primavera, pero les valdrá? O me quedaré como el verano pasado sin zapatos y 4 camisetas guarras que ponerles.
Como se puede apreciar, no es tarea fácil la de comprarle a tus hijos ropa para una temporada entera, así que hay que hacerlo con cabeza, tratando de amortizar lo antiguo, comprando lo más barato posible y siempre procurando que lo que compres te dure hasta el final, sin caer en el mundo de la ropa crecedera (este término me produce urticaria, probablemente por la cantidad de veces que se lo he oído decir a mi madre. La ropa tiene que ir en talla, sino los pobres niños se verán en sus fotos cuando sean mayores y se preguntarán porque les vestían como auténticos payasos) Hay que comprar con inteligencia, pero con gusto también.
Total que teniendo todas estas cosas en cuenta, y con previa lista de necesidades en mano, mi madre, mis hijos y yo nos lanzamos a la búsqueda y captura de ropa buena, bonita y barata.
Continuará……
Para ahorrarme los doscientos viajes de ida y vuelta a las tiendas por compra de tallas erróneas, lo cual me suele pasar con mucha asiduidad, este año he decidido llevarme a los enanos conmigo. De esta manera les probaré las cosas in situ y evitaré cagadas sin solución, como perder el ticket de unos zapatos que en realidad les quedan pequeños o incómodos, o perder el ticket de un bañador en el que me han dejado la cosa de seguridad puesta (ahora si voy a la tienda a que me lo quiten, pensarán que lo he mangado, que pereza!).
Siempre he sido un desastre comprando ropa, pero ya con niños de por medio se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza. Factores a tener en cuenta:
-Los colores de la ropa de ambos han de coincidir, No me gusta que vayan iguales pero sí con las mismas tonalidades.
-Las tallas de ella siempre tiran a la baja porque es muy menudita y las tallas de él al alza, porque es un gordinflón. Esto dificulta la tarea, pues nunca sé a ciencia cierta cuan a la baja o al alza hay que tirar y muchas veces la cago.
-A su vez, el tiempo de calor hay que dividirlo en 5 partes:
1.la primavera, que impone la necesidad de equiparse con chaquetitas y pantalones por si refresca,
2.el verano puro y duro, es la época del destape, cualquier vestidito, bañador o bermuda servirá,
3.el veraneo en Galicia, llega el invierno dentro del verano, puff hay que hacerse con ciertas cosas de invierno para estar provistos. Lo de Marzo ya no les vale así que ahora es el momento de equiparse con impermeables, jerseys gordos y pantalones largos.
4.vuelta al verano, desempolvamos lo utilizado,
5.el otoño, igual que la primavera, pero les valdrá? O me quedaré como el verano pasado sin zapatos y 4 camisetas guarras que ponerles.
Como se puede apreciar, no es tarea fácil la de comprarle a tus hijos ropa para una temporada entera, así que hay que hacerlo con cabeza, tratando de amortizar lo antiguo, comprando lo más barato posible y siempre procurando que lo que compres te dure hasta el final, sin caer en el mundo de la ropa crecedera (este término me produce urticaria, probablemente por la cantidad de veces que se lo he oído decir a mi madre. La ropa tiene que ir en talla, sino los pobres niños se verán en sus fotos cuando sean mayores y se preguntarán porque les vestían como auténticos payasos) Hay que comprar con inteligencia, pero con gusto también.
Total que teniendo todas estas cosas en cuenta, y con previa lista de necesidades en mano, mi madre, mis hijos y yo nos lanzamos a la búsqueda y captura de ropa buena, bonita y barata.
Continuará……
Es muy complicado. Yo de momento con las tallas he ido acertando, más o menos. Pero no puedo comprar ropa con antelación, no me apaño. Así que voy comprando más o menos cuando surge.
ResponderEliminarSalir de compras con hijos y madre es de ser muy, pero que muy, valiente.
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