No me extrañaría nada que los cerebros de nuestra generación tuvieran más propensión al cortocircuito que los de generaciones anteriores porque con la cantidad de números y contraseñas que tenemos que recordar en nuestra vida diaria, nuestros pobres cerebros deben de vivir al borde del abismo.
El número de DNI vino primero. El PIN del móvil después y más te vale tatuártelo en la frente porque más de uno hemos vivido la siguiente experiencia:
Movil: “INTRODIZCA EL PUK”…
Mamalis: “Ein y que coño es eso, yo de eso no tengo, mamaaaaaa que me piden un Punk o algo asín tu sabes que es eso?” … “¿Que viene en la caja? ¿Y donde coño está la caja?”… “¿Que la has tirao?” ... “¿Y ahora que hago tiro el movil también?”
¿Y que me decís del usuario y contraseña de todo lo referente a internes? Hotmail, Gmail, Twitter, Facebook, blog, T-O-D-O lleva numerito o código secreto incluido. Os preguntareis porqué no le pongo el mismo a todos, pues porque soy así de tonta y vivo en un constante olvido.
Pues al loro a lo que me ha pasado hoy, he vislumbrado cómo será mi vejez y miedito me he dado a mi misma.
Tengo dos tarjetas del banco, una es la de la cuenta conjunta con mi marido y la otra la de mi cuenta de toda la vida que ahí sigue, pelada, pero sobreviviendo como buenamente puede. Cada tarjeta posee el código que me asignaron en el banco cuando la adquirí. No me he molestado en cambiarlos. Hoy tenía que sacar dinero de ambas cuentas y mi cerebro ha sufrido un colapso. No me acordaba de ninguno de los dos códigos.
Primera tarjeta:
Mamalis: “Que no cunda el pánico, que tengo el código camuflado en el móvil!” le digo a mi madre que estaba perpleja. Y tan camuflado que lo tenía que no me acordaba ni yo de quien era el amigo falso que me había inventado para esconder el número de la tarjeta. He mirado la lista de arriba abajo y ni rastro. Creo que los conocía a todos, pero no es posible porque uno de ellos es falso!!! Pero cual!! A lo mejor de tanto verlo ahí ahora mi cerebro cree que lo conoce. Que desastre, así que he entrado en el banco a que me dieran el papelito de recordatorio.
Segunda tarjeta:
Mamalis: “ ¿¿Pero no lo entiendo, no me da el dinero, voy a intentarlo otra vez… código erróneo??? Pero no puede ser, si es mi tarjeta de toda la vida, es el código PIN de mi móvil, lo uso todos los días!!!” Total que me veo obligada a entrar de nuevo en el banco a pedir el código de la segunda tarjeta. El chico me miraba con cara de “señora míreselo”.
Al final salgo y consigo, después de 20 minutos, hacer mis transacciones bancarias. Puff que sofoco me he llevado y que cruel es la edad que no perdona, ¿o será más bien el exceso de números a recordar?
El número de DNI vino primero. El PIN del móvil después y más te vale tatuártelo en la frente porque más de uno hemos vivido la siguiente experiencia:
Movil: “INTRODIZCA EL PUK”…
Mamalis: “Ein y que coño es eso, yo de eso no tengo, mamaaaaaa que me piden un Punk o algo asín tu sabes que es eso?” … “¿Que viene en la caja? ¿Y donde coño está la caja?”… “¿Que la has tirao?” ... “¿Y ahora que hago tiro el movil también?”
¿Y que me decís del usuario y contraseña de todo lo referente a internes? Hotmail, Gmail, Twitter, Facebook, blog, T-O-D-O lleva numerito o código secreto incluido. Os preguntareis porqué no le pongo el mismo a todos, pues porque soy así de tonta y vivo en un constante olvido.
Pues al loro a lo que me ha pasado hoy, he vislumbrado cómo será mi vejez y miedito me he dado a mi misma.
Tengo dos tarjetas del banco, una es la de la cuenta conjunta con mi marido y la otra la de mi cuenta de toda la vida que ahí sigue, pelada, pero sobreviviendo como buenamente puede. Cada tarjeta posee el código que me asignaron en el banco cuando la adquirí. No me he molestado en cambiarlos. Hoy tenía que sacar dinero de ambas cuentas y mi cerebro ha sufrido un colapso. No me acordaba de ninguno de los dos códigos.
Primera tarjeta:
Mamalis: “Que no cunda el pánico, que tengo el código camuflado en el móvil!” le digo a mi madre que estaba perpleja. Y tan camuflado que lo tenía que no me acordaba ni yo de quien era el amigo falso que me había inventado para esconder el número de la tarjeta. He mirado la lista de arriba abajo y ni rastro. Creo que los conocía a todos, pero no es posible porque uno de ellos es falso!!! Pero cual!! A lo mejor de tanto verlo ahí ahora mi cerebro cree que lo conoce. Que desastre, así que he entrado en el banco a que me dieran el papelito de recordatorio.
Segunda tarjeta:
Mamalis: “ ¿¿Pero no lo entiendo, no me da el dinero, voy a intentarlo otra vez… código erróneo??? Pero no puede ser, si es mi tarjeta de toda la vida, es el código PIN de mi móvil, lo uso todos los días!!!” Total que me veo obligada a entrar de nuevo en el banco a pedir el código de la segunda tarjeta. El chico me miraba con cara de “señora míreselo”.
Al final salgo y consigo, después de 20 minutos, hacer mis transacciones bancarias. Puff que sofoco me he llevado y que cruel es la edad que no perdona, ¿o será más bien el exceso de números a recordar?
Jajajajajajajaja. A mí me pasa exactamente lo mismo, soy un auténtico desastre, y además lo mío con las matemáticas es de psiquiatra.
ResponderEliminarEn fin yo no puedo usar ninguna tarjeta en cajero, lo tengo asumido. Y en cuanto me empiecen a pedir el pin en las tiendas... pues tendré que salir con efectivo suficiente. Lo tuyo a lo mejor tiene solución, pero lo mío... ni de casualidad.
Buen fin de semana, y gracias por compartir tus vivencias con todos nosotros. Un besote,
yo de momento no tengo problema, pero algún día me pasará seguro...tantas contraseñas para todo y para nada...
ResponderEliminarYo tengo un montón de tarjetas y un montón de contraseñas para todo, pero es lo que hay, hay que adecuarse a los tiempos
ResponderEliminarEs verdad que es exagerado la de números que tenemos que llevar en la cabeza. Yo en realidad tengo dos o tres y esos los uso para todo, lo que me pasa que a veces no me acuerdo de cual uso para cada cual.
ResponderEliminarPuff a mi lo del pin de la tarjeta se me olvidaba siempre, y odio la moda esta de pedirte el pin al pagar con tarjeta en las tiendas, alguna vez lo he tenido que meter varias veces ya pensando que me iba sin comprar...
ResponderEliminarJo!, a mi pasa igual. Lo pero es que me suscribo en un monton de paginas y luego no me acuerdo ni del usuario ni de la contraseña...horror!!!!
ResponderEliminarYo al principio me los apuntaba y los camuflaba, pero se me perdían los papelitos en cuestión.
ResponderEliminarLuego pasé a ponerle a casa cosa fechas interesantes, pero las confundía entre tanto pin, puk y contraseña del móvil..
Al final, tengo para todo lo mismo y es algo tan rebuscado, que como me pase algo no saca dinero de mi tarjeta ni Diosss!!!
Terminará olvidándoseme también, seguro..
Un beso y buen puente!!
Jjajajjaja yo hay dias que me bloqueo y digo mierda! asiq mi pareja y yo hemos optado por ponerlos parecidos para podernos ayudar xq sino a veces cuando te quedas en blanco...
ResponderEliminarLos de mis mails son diferentes, en eso mi pareja me dice q alucina ocn la cantidad de memoria q tengo para las pass de los mails: Que si el personal, q si el de la tienda, q si el del blog, q si el de los registros q da igual q me manden publi, q si otro personal...
Ayer mi madre me llamo xa decirme q cual era el codigo de su pin de la tarjeta xq se estaba volviendo loca la pobre jajajaj
un requetemua!
Uff! Anda que no pasa eso...
ResponderEliminarYo opté por poner a todas mis cuentas de internés la misma contraseña, porque si no...
Claro que las tarjetas del banco, las dejé con el código que traían. Y con ésas sí que me armo un poco de lío. :)
En fin, es lo que tiene vivir en el siglo XXI.
Besos!!
ja ja ja!!!! yo tambien soy un desastre!!! por eso, uso las mismas contraseñas, tengo un par y las voy repitiendo, si un dia pierdo totalmente la memoria, sera mi ruina!!!
ResponderEliminarBesos!!
Olvidar los números de las tarjetas sirve para mantener más tiempo el dinero en el baco.
ResponderEliminarEs el pan nuestro de cada día.
ResponderEliminarYo los apunto en unas libretillas que siempre llevo a mano, pero claro, las libretas se van gastando y como llevan contraseñas no las tiro con lo que imaginate el número de libretas que guardo. ¿No sería más fácil tener una libreta SOLO PARA LAS CONTRASEÑAS?
Pues si, pero por dejadez...
Un abrazo
A mi me ha pasado alguna vez mirando las cuentas del banco. Estoy harta de poner la contraseña pero en un momento me quedo en blanco. Eso me pasa con teléfonos y demás cosas. Y con el código del cajero igual. Una vez iba a sacar dinero en Madrid y no había manera no me acordaba, mi marido decía, "ya te vale, pero haz memoria" y ni por esas. Obviamente domingo y el banco cerrado. Así que fue montarme en el coche para volvernos a casa y acordarme de la contraseña. XDDDDD
ResponderEliminarMe ha encantado loo de inventarse una identidad para camuflar el PIN ...y luego se te olvide cual es esas identidad
ResponderEliminarBesos
Jajaja, no te preocupes nos pasa a todos ya ves, y se te ha olvidado cuando tienes que cambiar de movil que al final pierdes los contactos porque se han quedado unos en el movil y otros en la tarjeta, porque coño no se graban todos en el mismo sitio?, cosas de la tecnologia. Un besazo.
ResponderEliminarHola. La verdad es que creo que tantos datos en la cabeza a todos nos pasa un poco lo mismo, es una locura.
ResponderEliminarSobre lo que me preguntabas de la diadema, lo primero que tienes que hacer es comprarte en los chinos alguna metálica (sobre 60 céntimos), la parte de fieltro es como hacer un broche con la forma que elijas, el último paso es coser el broche a la diadema metálica. De todas maneras trataré de explicarlo mejor en mi blog. 1bs.
Cuanta razón tienes. Lo de las contraseñas me vuelve loca a mí también, jajaja Menos mal que existen esos sistemas recordatorio, que yo utilizo cuando me cortocircuito, como tú en el banco, jajaja
ResponderEliminarBesos
Ains con tanto pin, pan, pun ¿quien no se queda algún momento en blanco?
ResponderEliminarHace unas semanas nos cambiaron las tarjetas del banco por otras con chip o yo que sé y también tuve que pedir las contraseñas por que mi cabeza no daba para mas, así que ya ves que no eres la única con estos "problemas" ajajaj ...
PD.Gracias por incorporarte a mi casa.
Besos !
Jajaja. Yo la verdad, es que no saco nunca dinero del cajero. De cada 3 veces que lo hago, una tengo que entrar a que me den la tarjeta porque se la ha tragado tras varios intentos de introducir al código. Cuando no se la traga, es porque no estoy atrevida y llamo antes a mi marido para preguntarle el número, claro :) Y no es la edaddddddddd, es que andamos escasas de memoria (oí una frase por ahí una vez de una chica que decía que cuando repartieron la memoria ella estaba en la cola de las "tetas". Eso me debió pasar a mí )
ResponderEliminarNo sabía lo que me comentas sobre el aceite de rosa mosqueta, me ha parecido muy interesante.
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog.
Besitos.
Bufff, cualquier día encontrarán mi cabeza a cachos por la habitación, porque siento que en cualquier momento me explotará.
ResponderEliminarLo mejor es no dejar que se acabe la batería al movil, porque sino viene el problema.
ResponderEliminarMi hijo le dió el movil a su madre y un día se termino la bateria, al encenderlo ¡Uy, cual es el pin, pues nada a llamar al hijo a ver si se acordaba del pin!, lo malo es que cuando la pasa otra vez me llama a mí.
Un desastre tantos números.
jajajaja, yo lo q hago es ponerme la misma contraseña para todo lo q puedo, q según dicen es contraproducente, xo es q sino, no hay manera!!!!!!
ResponderEliminarJa, ja, ja. Mi primo que era un friki se sabía de memoria el puk, menos mal que ya lo ha dejado (lo de ser friki).
ResponderEliminarUn saludo
Estábamos dando un paseo y descubrimos tu blog. Después de un minucioso estudio, STULTIFER te otorga el prestigioso galardón al MEJOR BLOG DEL DÍA correspondiente al viernes 12 de noviembre de 2010 en No sin mi cámara por los contenidos y matices. Visitanos y comenta con nosotros. Saludos cordiales desde Málaga.
ResponderEliminarVamos, que nos ha gustado mucho y hemos querido acercarnos a ti.
Puedes colgar el Premio voluntariamente en tu blog.
Ya formas parte de la Orden del Stultifer de Oro.
Y si fotografías una escalera, mándanosla a edusiete@gmail.com y la publicamos inventándonos una historia.
Toda la razón... Y esperad a que tengamos que meter un código en la cerradura de nuestra casa, dentro de poco tendremos que tener una clave hasta para tirarnos un pedo (Con perdón). Yo, personalmente y dado lo despistado que soy, tengo a buen recaudo un archivo con todos mis códigos para no olvidarme!
ResponderEliminarUn abrazo!!
Manu UC.