Al día siguiente de nacer mi hija mayor llega la enfermera a la habitación y dice:
Enfermera: “Holaaaaa. ¿Oye quereis que le haga a la niña los agujeros para los pendientes?”
Mamalis: “Siiiii! Que bien que los hacéis, venia preparada con los pendientes, mejor ahora que de mayor ¿no?
Papa: “ No se yo que decirte eh, con lo mona que está ahora, a ver si la vamos a cagar.”
Mamalis: “Que no hombre no, que es mejor hacérselos ya para que luego no sufra.”
Enfermera: “Bueno pues vosotros diréis. ¿Me la llevo?
Mamalis: “Si, si, si, que va a ser mucho mejor, si yo ya venía con la idea.
Papa: “Bueno pues adelante, ella manda.” (Aunque bastante reticente)
Durante la ausencia de la niña se oyen llantos, y yo empiezo a ponerme nerviosa. Entre el subidón de hormonas, la sensiblería que rozaba la locura y mi instinto maternal de protección, se apoderan de mi unos sentimientos inaguantables de arrepentimiento a la par que de culpabilidad. Sin embargo, consigo mantener la compostura hasta que la niña de mis ojos entra de nuevo en la habitación con su nuevo estilismo:
Mamalis: (Rompo a llorar como una descosida) "Nooooooooo, pero que le han hecho a mi niña, si se parece a Beckham! Esos son los pendientes que traía yo? Pero en qué estaba pensando, que horror! Si son más grandes que su cabeza entera. Con lo guapa que era! Porqueeeeee, no ha pasado ni un día y ya la he sometido a un dolor horrible para que encima salga en sus fotos de recién nacida con aires a un futbolista inglés. Soy una mala madre! Esto se me va a dar fatal!"
Papa:”(Flipando con la loca de su mujer, con cara de, “espero que el parto no la haya vuelto una desquiciada”) "Pero mujer no pasa nada, no te pongas así, se los cambiamos y ya está. Lo que necesita son unos pendientes más pequeños y menos brillantes. Mañana se los cambiamos no te preocupes."
Mamalis: (Al borde del colapso mental) “¿Pero tu la estás viendo? Era una niña preciosa y ahora mírala, voy a llamar a mi madre para que me traiga los otros pendientes que eran más pequeños.”
Enfermera: “Lo siento pero hoy no se le pueden cambiar, tendrá que ser mañana, es por si se infecta, pero no te preocupes que mañana por la mañana se los cambiamos.”
Mamalis: (Enajenada mental) “¿Como? Que tengo que esperar hasta mañana, no, no, no, por favor cámbielos hoy que no voy a poder dormir, que tengo una congoja que pa que.”
Enfermera: “Anda mujer intenta descansar, me llevo a la niña al nido y mañana ya será otro día.”
Total que se llevaron a “little Beckham” al nido y ahí me quedé yo, llorando desconsolada con mi pobre marido, que todavía no se como me aguanta. Ni que decir tiene que no dormí en toda la noche pensando en lo que había hecho sufrir a mi niña y lo mala madre que iba a ser.
Menudo disgusto me llevé, aunque al final todo salió muy bien, le cambiaron los pendientes al día siguiente y todo quedó en un ataque hormonal agudo. Ahora lo pienso y me río, sobre todo de mi reacción de loca. Me impresiona como se queda una de alterada después de parir. Ahora estoy contenta con mi decisión, aunque si me preguntas si lo volvería a hacer con mi próxima hija, no tengo yo tan clara la respuesta!
Enfermera: “Holaaaaa. ¿Oye quereis que le haga a la niña los agujeros para los pendientes?”
Mamalis: “Siiiii! Que bien que los hacéis, venia preparada con los pendientes, mejor ahora que de mayor ¿no?
Papa: “ No se yo que decirte eh, con lo mona que está ahora, a ver si la vamos a cagar.”
Mamalis: “Que no hombre no, que es mejor hacérselos ya para que luego no sufra.”
Enfermera: “Bueno pues vosotros diréis. ¿Me la llevo?
Mamalis: “Si, si, si, que va a ser mucho mejor, si yo ya venía con la idea.
Papa: “Bueno pues adelante, ella manda.” (Aunque bastante reticente)
Durante la ausencia de la niña se oyen llantos, y yo empiezo a ponerme nerviosa. Entre el subidón de hormonas, la sensiblería que rozaba la locura y mi instinto maternal de protección, se apoderan de mi unos sentimientos inaguantables de arrepentimiento a la par que de culpabilidad. Sin embargo, consigo mantener la compostura hasta que la niña de mis ojos entra de nuevo en la habitación con su nuevo estilismo:
Mamalis: (Rompo a llorar como una descosida) "Nooooooooo, pero que le han hecho a mi niña, si se parece a Beckham! Esos son los pendientes que traía yo? Pero en qué estaba pensando, que horror! Si son más grandes que su cabeza entera. Con lo guapa que era! Porqueeeeee, no ha pasado ni un día y ya la he sometido a un dolor horrible para que encima salga en sus fotos de recién nacida con aires a un futbolista inglés. Soy una mala madre! Esto se me va a dar fatal!"
Papa:”(Flipando con la loca de su mujer, con cara de, “espero que el parto no la haya vuelto una desquiciada”) "Pero mujer no pasa nada, no te pongas así, se los cambiamos y ya está. Lo que necesita son unos pendientes más pequeños y menos brillantes. Mañana se los cambiamos no te preocupes."
Mamalis: (Al borde del colapso mental) “¿Pero tu la estás viendo? Era una niña preciosa y ahora mírala, voy a llamar a mi madre para que me traiga los otros pendientes que eran más pequeños.”
Enfermera: “Lo siento pero hoy no se le pueden cambiar, tendrá que ser mañana, es por si se infecta, pero no te preocupes que mañana por la mañana se los cambiamos.”
Mamalis: (Enajenada mental) “¿Como? Que tengo que esperar hasta mañana, no, no, no, por favor cámbielos hoy que no voy a poder dormir, que tengo una congoja que pa que.”
Enfermera: “Anda mujer intenta descansar, me llevo a la niña al nido y mañana ya será otro día.”
Total que se llevaron a “little Beckham” al nido y ahí me quedé yo, llorando desconsolada con mi pobre marido, que todavía no se como me aguanta. Ni que decir tiene que no dormí en toda la noche pensando en lo que había hecho sufrir a mi niña y lo mala madre que iba a ser.
Menudo disgusto me llevé, aunque al final todo salió muy bien, le cambiaron los pendientes al día siguiente y todo quedó en un ataque hormonal agudo. Ahora lo pienso y me río, sobre todo de mi reacción de loca. Me impresiona como se queda una de alterada después de parir. Ahora estoy contenta con mi decisión, aunque si me preguntas si lo volvería a hacer con mi próxima hija, no tengo yo tan clara la respuesta!
Ja, ja, lo que nos hace el subidón de hormonas! Yo tengo intención de ponerle pendientes a mi niña y supongo que cuanto antes le hagan los agujeros menos dolerán, no? Al menos eso dicen. Pero qué penita me va a dar, pobrecita!
ResponderEliminarEso mismo pensaba yo, pero creo que mi estado de histeria no era el adecuado para encajar semejante evento, espero que tu lo encajes mejor, por lo menos ya vas sobre aviso!
ResponderEliminarMis padres estuvieron presentes mientras me hacían los agujeros y mi padre jura y perjura que él lloró lo mismo que yo. Después se prometió que si tenía otra hija no le haría los agujeros de recién nacida ni muerto.
ResponderEliminarJaja, me imagino la situación. Yo tuve niño, así que no había nada que pensar. Si tuviera una niña no sé qué haría, la verdad. Yo me los hice a los 12 años (y a los 30 y tantos un segundo agujero), y hubiera preferido tenerlos hechos de pequeña.
ResponderEliminarUn besote!
Alba Arroyo: Bienvenida! Me encanta porque los padres siempre parecen lo fuertes pero oye que tambiñen sufren, yo creo que mi marido lo pasó también fatal, pero yo estaba tan histérica que al final le toco hacer el papel de templar la gaitas.
ResponderEliminarSu: Ves es lo que decía yo, que cuando eres mayor al final agradeces tenerlos hechos ya, pero oyes que mal rato!
ja,ja,ja lo que hacen las hormonas. Yo tengo niño asi que no tuve que elegir entre hacerlos o no. Creo que si tuviera niña se los haría de recien nacida aunque pienso que dolera igual que de mayor lo único que luego no te acuerdas del dolor.
ResponderEliminarPues gracias que el mío fué niño, porque esa era una de las cosas por las que iva a haber bronca. Es que no entiendo eso de ponerle pendientes a un bebé.
ResponderEliminarYo desde luego lo pasaría mal y el cabreo me iva a durar unos días.
Treintañera: Si es lo que pensaba yo, aunque ahora ya no lo tengo tan claro. La verda es que si alguien me pidiera consejo al respecto no sabría que contestar, despúes de mi disgusto a quien se lo voy a recomendar?
ResponderEliminarPapalobo: Bueno esperate que a lo mejor viene una niña, nunca digas nunca, pero ahora le puedes decir a tu mujer que lea el post para intentar convencerla no? Esque realmemte se pasa mal cuando sabes que por tu culpa va a sufrir un pequeñín tan indefenso. Yo sigo dicendo que he dejado de tener una opinión clara al respecto, si me toca otra niña habrá que decidirlo sobre la marcha.
Pues a mi no me lo hicieron de pequeña, decidieron que cuando yo quisiese me los haría y la verdad que en mi caso es algo que agradezco.
ResponderEliminarFijate si fui cabezona que a los 4 años me dio el flú de hacermelos y les puse a las cinco de la tarde en Agosto a mis padres buscar una farmacia donde los hiciese y ni me queje ni lo recuerdo como algo doloroso, solo una presión en la oreja y punto.
Es más, mis padres pensaban que de lo que me iba a doler me haría el de una oreja y saldría corriendo, pero supongo que por la cabezonería de hacermelo ese día ni me queje para que después no soltasen nada xD
Mujer pero si no duele, lloraría por otra cosa. Pero si te digo algo, comprarle unos pendientes tan grandes no ha sido una buena idea, menos mal que los pudístes cambiar.
ResponderEliminarun beso y felicitaciones por la nena
Uff, los pendientes. Yo se los hice a mi hija con un mes en la farmacia. Y fue la primera vez que oí a mi niña llorar de dolor, se pribó y todo. Pobrecita mía. Lo pasé fatal. Así que no te tortures, mejor ahora.
ResponderEliminarhttp://suu-construyendounafamilia.blogspot.com
Jajajajajaa. Yo tengo el lobulillo muy muy chiquitito y los pendientes grandes me quedan fatal. Así que este tema lo tenía clarísimo si hubiera tenido una niña: pendientes diminutos y nada brillantes. Pero, vamos, te entiendo perfectamente jajajajaja, ay, qué risas !
ResponderEliminarLo que son las hormonas XDDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarYo tengo hechos los agujeritos desde bebé y ya de mayor me hice otros dos más en cada oreja. A mi personalmente no me dolió (de mayor, porque los otros obviamente no me acuerdo XD) así que si mi peque hubiera sido niña quizá no se los hubiera hecho y de mayor que ya decidiera ella. Pero eso es porque yo por ejemplo ahora ni llevo pendientes. Pero yo creo que el mayor disgusto que te llevaste fue causado por las hormonas por que además una se raya que es un gusto cuando las hormonas están de fiesta. XDDD
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http://lallavedelbaul.wordpress.com/
http://escalpeloliterario.wordpress.com/
El cocktail hormonal de inicio nos vuelve locas a todas!!! jajaja, pobre entiendo que lo pasaras fatal, totalmente normal. Jo, yo si tuviera una niña creo que la dejaría sin pendientes hasta que fuera adolescente, je, je.
ResponderEliminarComo tengo niño no habia pensado nunca en lo de los pendientes...pues no es ninguna tontaria, que debe doler lo suyo. pero es cierto que ninguna nos acordadmos. ;-)
ResponderEliminarPues yo creo que les agradezco a mis padres que me los hicieran de pequeña y así no acordarme de si duele o no... creo que si me los hubiese tenido que hacer de mayor lo hubiera pasado peor (y a lo mejor no llevaría pendientes, quién sabe!!)
ResponderEliminarUn beso y no te preocupes, que seguro que tu hija está guapísima!
Yo, gracias a Dios, tuve dos niños y no he tenido que tomar esta decisión...pero creo que si en el futuro tengo una bebita, las enfermeras podrán clavarse los pendientes en su chichi por que a mi hija no la tocan...jajaja!
ResponderEliminarNo sabía yo que hicieran los agujeros tan pronto... ay! a mi seguro que también me daría cosica!!
ResponderEliminarJajajaja. Cuando le pusieron los pendientes a mi hija (yo no estuve presente, por supuesto)recuerdo que también la veía muy rara y le dije a mi marido que parecía Lola Flores.
ResponderEliminarJAjjajjaajajjaja!!! El cóctel fatal de hormonas es lo que tiene!! Qué risa lo de la niña clavadita a Beckham! :D
ResponderEliminarPrimero de todo quiero felicitarte por tu blog, que me parece muy chulo y muy simpatico, y tambien aprovechar para invitarte a conocer el mío http://creciendocondavid.blogspot.com/
ResponderEliminarY respecto a la entrada, jejeje, pobrecita peque!!! me la estoy imaginando con sus super pendientes!! ( que seguro que no son tan grandes!!)
Yo de momento no me he tenido que enfrentar a eso, ya que a David no le ha hecho falta, pero si tengo una nena tampoco se los haré porque pienso que tampoco los necesita.
Creo que es una cuestión meramente estética y que , por lo tanto, ya decidirá ella cuando llegue el momento si quiere llevar pendientes o no.
Besos.